Los CEOS en el futuro del trabajo deben ser más empáticos y humanos

Los CEOS en el futuro del trabajo deben ser más empáticos y humanos

Por: Redacción Recursos Humanos TV

A partir de la pandemia de Covid-19, los líderes de las organizaciones y empresas nos hemos visto en la necesidad de transformar nuestras hard y soft skills en beneficio de nuestros equipos.

Sin duda, transformarnos en buenos líderes es fundamental a la hora de formar equipos en la actualidad, ya que alguien capacitado y competente para llevar las riendas aumenta las probabilidades de cumplir las metas y hacer crecer los negocios.

No siempre basta con tener un buen equipo de trabajo, también es necesario alguien que sepa gestionarlo en todos los sentidos, y sobre todo, sin maltratar a los integrantes del mismo.

Con el paso del tiempo y el crecimiento de la inflación mundial, son más las organizaciones y empresas que juegan un papel excepcional al tomar las riendas para capacitar a sus líderes o contratar a personas capaces de hacer frente a la nueva realidad que llegó tras el paso de la pandemia y la guerra.

Según el Barómetro de Confianza 2021 realizado por Edelman, en estos tiempos de adversidad donde a los estragos dejados por la pandemia se suman la interrupción de las cadenas de suministro, la escasez de mano de obra, las amenazas cibernéticas, la inestabilidad geopolítica y los eventos climáticos, el rol del CEO se ha convertido en el más fiable de todos los puestos de liderazgo.

Este informe agrega que algunos CEOs están por encima incluso de los líderes políticos, religiosos, comunitarios o de los medios de comunicación. Esto deja claro que el liderazgo corporativo está ingresando a una nueva era en la que sí es importante saber manejar equipos.

Para desarrollar un buen liderazgo, es necesario tener visión de futuro. Este es un rasgo esencial que debe caracterizar a todo buen CEO. Cuando se está inmerso en la rutina y proyectos diarios, a veces se puede perder la perspectiva a largo plazo y olvidar cuál es la verdadera meta. Esto es un lujo que ningún líder puede permitirse en la actualidad.

Como CEOs, debemos ser conscientes de que, por muy buenos y que seamos, ninguna operación se cierra por sí sola. Un buen jefe es aquel capaz de lograr todos sus colaboradores logren tener rendimientos extraordinarios. Un CEO sin su equipo, no podrá lograr ninguna de sus metas, y esto lo sabe. Por ello, se esfuerza para trabajar de manera coordinada con todos los colaboradores, con el fin de alcanzar las metas colectivas.

Para que nuestros proyectos salgan adelante y logremos marcar la diferencia no es suficiente con que, como CEOs de la empresa, creamos en ellos. El primer paso es que el equipo al completo entienda qué está haciendo, esté motivado y crea realmente en el valor añadido que supone para la compañía o los clientes.

Esto se logra con honestidad, la transparencia tiene un gran valor en cualquier persona, pero adquiere una dimensión aún mayor cuando hablamos de liderazgo empresarial. La única manera de lograr que un equipo trabaje con ganas y en la misma dirección, es que como CEOs seamos claros y honestos para que nuestras acciones sean consecuentes con las palabras.

Somos los encargados de tomar las decisiones más importantes en el negocio y dirigir las estrategias que se desplegarán en la compañía para cumplir con los objetivos trazados. Del CEO dependerá en gran medida el éxito que pueda tener la empresa, por ello, es necesario que estemos enfocados en lograr el mayor índice de productividad, para que así todos los empleados estén alineados a las metas de la empresa.

Otra forma de generar confianza es que tu equipo vea que eres capaz de hacer frente a los problemas. No importa tanto su gravedad como tu capacidad para acabar con ellos de forma rápida y eficaz. Determinadas decisiones solo dependen de ti y debes demostrar con ellas que sabes cómo funciona la empresa y qué es lo mejor para ella. Recordemos que el CEO es el máximo responsable de un negocio en el que trabajan otros.

No es necesario caer en clichés en los que el CEO prácticamente debe ser un amigo de todos. Es necesario brindar respeto para recibir respeto, al mismo tiempo es elemental tener humanismo, empatía, para ponerse en los zapatos de los demás. Sobre todo, es importante no abusar del poder por encima de los demás, además de ser justos y comprensivos en temas humanos y profesionales.

Debemos estar preparados para adaptarnos a todo tipo de circunstancias. Solo si somos flexibles podremos actuar de manera rápida y eficaz ante determinadas situaciones con las que tal vez no contábamos. No debemos temer si necesitamos cambiar de estrategia una y otra vez para garantizar el futuro de la empresa.

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