Duelo y trabajo: la importancia de gestionarlo
Esta etapa debe ser contemplada en las empresas, ya que un duelo mal proceso incluso puede derivar en un cuadro de depresión en los colaboradores.
Uno de los momentos más críticos para los seres humanos es la pérdida de un ser querido. El duelo es diferente para cada persona y por eso las organizaciones deben completar cómo gestionarlo para apoyar a los colaboradores.
El portal Humanas Salud Organizacional expone que la muerte y el duelo no suelen ser temas de los que se hablen con regularidad, de modo que gestionarlos no se encuentran en las agendas personales ni laborales.
Sin embargo, sí es un tema que le compete a las empresas porque habla de la salud en general de sus colaboradores, la cual, de no ser atendida, repercutirá en sus funciones y el cumplimiento de las actividades.
Adicionalmente, Jorge Gutiérrez Siles, consultor senior de Kaysa Soluciones, de acuerdo con El Economista, señala que el duelo debe ser bien canalizado para evitar cuadros de estrés, ansiedad e incluso depresión.
“Un duelo mal procesado puede desencadenar en depresión, melancolía y estrés postraumático, y si la persona continúa trabajando en estas circunstancias, incrementa el riesgo de burnout y hasta de sufrir un accidente de trabajo”, afirma Gutiérrez Siles.
Por lo tanto, las organizaciones tienen que considerar este tema para apoyar a los colaboradores. Si la duda es qué acciones tomar, dos opciones prioritarias son:
- Formación e información de este proceso, lo cual debe ser visto como parte de la misma humanización empresarial para que los colaboradores sepan cómo sobrellevar estas situaciones a nivel personal, pero también cuando algún compañero atraviese por esto.
- Brindar acompañamiento mediante sesiones con un terapeuta e incluso un tanatólogo.
Estos puntos deben ser considerados en el plan de bienestar organizacional, puntualiza el portal Psicólogos.com, el cual indica que es importante que las áreas de RRHH alienten a los colaboradores a retomar sus actividades en todas las esferas de la vida, pero sobre todo que fomenten entornos laborales comprensivos con las pérdidas y esto implica no forzar a los empleados a superar la situación inmediatamente.
