

“Ser productivo no tiene nada que ver con trabajar a todas horas ni en modo multitarea, implica determinación y ser capaces de controlar fuentes de distracción”.
¿Qué se requiere para ser productivo? Esa es una pregunta que surge frecuentemente en los equipos de trabajo porque la productividad no sólo se refiere a cumplir o completar las actividades, sino hacerlo de manera eficiente y en tiempo y forma.
Por otra parte, la productividad se puede desarrollar de diferentes maneras porque hay varios factores que se involucran como el giro de la empresa, los objetivos empresariales y las estrategias. Sin embargo, hay un factor que es clave: controlar las distracciones, ya que estas no se llevan con la productividad porque la obstruyen.
De acuerdo con Teresa López, experta en Tecnología en la Gestión y Desarrollo de Talento, la productividad ha sido mal interpretada al considerar que las personas que siempre están ocupadas lo son, ya que es todo lo contrario porque “ser productivo no tiene nada que ver con trabajar a todas ni en modo multitarea, implica determinación y ser capaces de controlar fuentes de distracción”.
Además de las distracciones, otro elemento que suele afectar y modificar las actividades del día o las acciones regulares son los factores externos o los llamados “bomberazos”. Muchas veces, estos escenarios “impredecibles” dañan la planificación porque ésta no es correcta, es decir, las entregas y los tiempos de entrega no son realistas.
En este caso, el área de oportunidad es clara: tener una planificación con base en criterios realistas y que incluso considere esas situaciones extraordinarias para atenderlas apropiadamente sin afectar otros proyectos.
Sumado a esto, la especialista en RRHH comparte seis hábitos que facilitan la productividad: