Durante años, el teletrabajo fue visto como una oportunidad que sólo brindaban las grandes empresas o aquellas que eran innovadoras. Pero la llegada de la pandemia por el Covid-19 lo instauró como un modelo de trabajo tangible para cualquier persona e incluso dio la oportunidad de trabajar para empresas lejanas al lugar de residencia. Por otra parte, ocasionó que la manera de buscar trabajo sea diferente, pero, sobre todo, el cómo demostrar la capacidad para laborar de esta forma.

De acuerdo con un estudio de la empresa de consultoría internacional de Recursos Humanos Willis Towers Watson, el trabajo a distancia podría continuar al término de la pandemia, lo que es un cambio de paradigma porque antes de la pandemia sólo el 6% de las personas trabaja remotamente. Por lo tanto, saber desenvolverse en esta cultura de trabajo ya es una habilidad clave al buscar trabajo.

Una hoja de vida renovada

Anteriormente, la mayoría de las empresas se inclinaban por analizar qué necesidades tenía para luego buscar candidatos, quienes atravesaban diferentes pruebas centradas en las hard skills (lo relacionado a los conocimientos); por lo tanto, no se le daba un alto valor a las soft skills (lo relacionado a la inteligencia emocional), que a raíz de la pandemia ganaron mayor valor porque son requeridas para la rápida adaptación ante momentos de crisis.

Por otra parte, Patricia Wendling, autora del libro Télétravail, mode d’emploi (“Manual del teletrabajo”), expone que el teletrabajo destaca que “la confianza es la base del trabajo a distancia y presencial. Es hora de que nuestra cultura empresarial deje de centrarse en las horas de trabajo y dé prioridad a los objetivos y a la confianza”.

Partiendo de esto, los trabajadores tienen que dar a conocer que saben y entienden qué significa e implica trabajar en un entorno remoto, así que estos son los tres puntos básicos para tener una hoja de vida de acuerdo con la nueva cultura de trabajo:

1. Exponer el conocimiento en herramientas digitales. Éstas son el principal canal de trabajo y comunicación y ahí radica su importancia. Por ejemplo: se puede puntualizar el uso de programas de gestión de proyectos, calendarios y archivos compartidos y plataformas de videoconferencias. 
2. Autonomía y organización. El teletrabajo se caracteriza por laborar en solitario, aunque sé es parte de un equipo, es decir, se tiene que aprender a trabajar con puntualidad para cumplir con las tareas, sin la necesidad de que el jefe esté detrás de uno o que los compañeros hagan recordatorios de las entregas. En este caso, se pueden compartir proyectos personales que se han realizado, enfatizando la habilidad de priorizar actividades y la facilidad para administrar el tiempo.
3. Comunicación eficaz. En todos los ámbitos, la comunicación juega un papel importante, ya que evita malos entendidos. En el teletrabajo, su relevancia incrementa, ya que el trabajo a distancia implica mayor claridad en las tareas. De entrada, el comunicarse con claridad y precisión con el entrevistador ya será un punto a favor, de modo que sólo resta seguir dirigiéndose en esa línea, que debe caracterizarse por la transparencia; esto igual implica ser honesto si algo no queda claro.