Solo el 28% de los trabajadores se siente satisfecho acudiendo a la oficina
El escenario laboral actual se encuentra en un momento de transición, donde el trabajo híbrido se erige como el modelo preferido por muchos empleados y empresas. Sin embargo, un reciente estudio de Ipsos revela que solo el 28% de los trabajadores se siente satisfecho acudiendo a la oficina.
Esto plantea un desafío para las empresas: encontrar un equilibrio que garantice resultados y, al mismo tiempo, satisfaga las expectativas de los colaboradores.
Desde el inicio de la pandemia, el trabajo híbrido se convirtió en una solución intermedia entre el teletrabajo y la vuelta a las oficinas. Aunque ha sido bien recibido en general, aún existen áreas de oportunidad, especialmente en lo que respecta al tiempo destinado a las actividades presenciales.
Según el estudio de Ipsos, recopilado por El Economista, únicamente el 57% de los empleados considera que pasa más horas en la oficina de las que preferiría.
Héctor Jaso, líder de Experiencia del Empleado para Latinoamérica de Ipsos, señaló al sitio que las empresas enfrentan el desafío de encontrar el balance adecuado. A pesar de lanzar incentivos y medidas innovadoras, muchas veces no logran satisfacer las necesidades reales de los empleados.
La investigación refleja que, en promedio, los empleados pasan 3.7 días realizando actividades presenciales, mientras que preferirían solo 2.4 días. Este desajuste puede generar reacciones negativas, como una mayor intención de renunciar.
Por otro lado, el trabajo remoto ha brindado una serie de beneficios a los empleados, como mayor flexibilidad, ahorro en tiempo de traslados, mejor balance entre vida y trabajo, entre otros.
Mientras que las iniciativas para el retorno a las oficinas, como horarios flexibles o actividades de atracción, no siempre reflejan las necesidades reales de las personas.
A pesar de estos desafíos, el trabajo híbrido es una realidad que llegó para quedarse. Sin embargo, las empresas deben adaptarse y encontrar soluciones prácticas que satisfagan tanto las necesidades de los empleados como los objetivos organizacionales.
La clave está en escuchar y comprender las expectativas de los colaboradores para construir un entorno laboral más equilibrado y productivo.
