Las tres razones por las que la gente talentosa deja las empresas

Las tres razones por las que la gente talentosa deja las empresas

El cambio de trabajo está vinculado con el crecimiento profesional, pero estudios indican que hay otros factores que incluso tienen mayor peso para tomar la decisión.

Tener el mejor talento humano es una meta de la mayoría de las empresas, ya que ayuda a tener buenos resultados en todos los sentidos, al contar con cualidades elementales como creatividad, dinamismo y productividad. Pero un factor alarmante es cuando este personal renuncia en las corporaciones.

El cambio de empleo suele estar relacionado con el crecimiento profesional, pero este no es el único motivo, de acuerdo con Randstad, ya que destaca otros factores clave: disconformidad salarial, insatisfacción laboral e insuficientes posibilidades de formación.

Por su parte, Forbes dio a conocer las siguientes cifras, tras efectuar una encuesta para conocer la percepción de los empleados con respecto a sus lugares de trabajo y jefes:

        • Más del 30% de los entrevistados piensa que va a trabajar en otro lugar dentro de 12 meses.
        • Más del 40% no tiene una imagen de respeto hacia su supervisor.
        • Más del 50% dice que tiene valores diferentes a su empleador.
        • Más del 60% no sienten que sus objetivos profesionales estén alineados a los planes del empleador.
        • Más del 70% no se siente apreciado y valorado por el empleador.

Esto quiere decir que la cultura de trabajo ha cambiado porque las personas contemplan y valoran diversos factores que determinan su estancia en una empresa.

En concreto, Emprendices indica que estos motivos se resumen en tres razones principales:

        1. No desarrollar pasión por el trabajo, ya que las empresas se centran en sus metas, dejando de lado el crecimiento, intereses y habilidades principales de los colaboradores.
        2. No desarrollar la creatividad, sobre todo porque hay una estructura definida que no es flexible, descartando propuestas de valor.
        3. El liderazgo es deficiente, lo cual se evidencia porque los colaboradores no se sienten respaldados, escuchados y apreciados. Por lo tanto, la estabilidad laboral y dentro del equipo de trabajo es nula.

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