El síndrome del “boreout”, el aburrimiento crónico laboral
Estar “trabajando” en la oficina, cuando en realidad no tenemos ningún pendiente sobre la mesa, es un hábito muy común en las oficinas presenciales. Sin embargo, esta mala práctica también se ha arrastrado hasta el esquema híbrido, lo que puede generar el síndrome del “boreout”.
De acuerdo con información recopilada por El Economista de España, algunos estudios han cuantificado que el tiempo perdido en el trabajo, provocado por el presentismo laboral, puede suponer hasta un 30% de la jornada, lo cual provoca un preocupante aburrimiento crónico laboral.
“Un trabajador desmotivado y aburrido en su puesto de trabajo no realizará sus tareas profesionales de la misma manera que cuando esté motivado y tenga el sentimiento de pertenecer a la empresa en la cual trabaja”, señala para el Economista Montserrat Amorós Gómez, docente y coordinadora del área de Psicología de la Educación en UNIR.
Pero aburrirse en el trabajo no solo implica no estar haciendo nada, la experta también asegura que las tareas demasiado repetitivas, monótonas y que no son retribuidas adecuadamente son una fuente importante de este síndrome.
Esto provoca que nuestros trabajadores se sientan desmotivados, con falta de concentración y mucha frustración, lo que a la larga puede convertirse en depresión y problemas de concentración.
Para combatirlo, Amorós Gómez recomienda “buscar un sentido a las tareas que se ejecutan, volver a darles el valor que se merecen […]. La utilización de los incentivos, los premios, los beneficios, o las primas, también ayudarán a darle la vuelta a la situación desmotivadora que se esté desarrollando”.
Por su parte, otros expertos aseguran que llevar a cabo medidas de rotación ayuda a repartir la carga de trabajo, pero lo más recomendable es ejecutar análisis críticos de la situación en la oficina y estar abierto a conocer los puntos negativos de las tareas. De lo contrario, el síndrome del boreout se puede volver a repetir poco después.
