A las mujeres se les dificulta más pedir prórrogas en el trabajo

A las mujeres se les dificulta más pedir prórrogas en el trabajo

La brecha de género en el ambiente laboral es un problema grave que, aunque algunos países toman medidas para detenerlo ofreciendo trabajos y salarios equitativos para la mujer, todavía hay aspectos psicológicos que las afectan más a ellas que a los hombres, como por ejemplo el pedir prórrogas en el trabajo.

De acuerdo con un estudio realizado por profesores del Fisher College of Business de la Universidad Estatal de Ohio, a las mujeres se les dificulta mucho más pedir un aumento de tiempo para terminar un trabajo, no importa que tan flexible sea la empresa ni que tan abrumador pueda ser el proyecto.

Esto no se debe a malos tratos por parte de las empresas, por el contrario, es a causa de una cuestión psicológica que genera un círculo de culpabilidad y ansiedad en las mujeres.

Según el sitio de Vogue, la profesora Ashley Whillans de la Harvard Business School se dio cuenta de que “las mujeres están más mucho más preocupadas que los hombres por dos factores: en primer lugar, a ellas les aterra más la posibilidad de que las puedan percibir como incompetentes; en segundo lugar, les preocupa mucho más la idea de sobrecargar a otras personas con sus solicitudes”.

Lo que provoca que su trabajo no tenga la calidad esperada y se sientan aún más sobre cargadas de lo que deberían. Según Carmén García Ribas, docente especializada en Liderazgo Femenino, todo esto es el resultado de lo que llama “cultura huésped”.

El sitio web de Woman Talent explica que las mujeres tienen una cultura propia y muy diferente a la de los hombres, en donde a pesar de su consciencia de valor se muestran más dóciles y sumisas, como si fueran un huésped que teme ser expulsado de una casa o en este caso del trabajo. Razón por la que toman actitudes más humildes y bondadosas con el fin de complacer a los demás.

Las mujeres tienen más dificultades para desarrollarse profesionalmente de las que parecen. Pero estos problemas no se limitan al ámbito laboral, también en la escuela y la vida personal es el sexo femenino que, en su mayoría, debe limitar su propia identidad y liderazgo para encajar.

La única manera de luchar contra este síndrome es tomar la iniciativa. No tengas miedo de pedir prórrogas en el trabajo, tu salud mental y la calidad de tu carrera están primero.

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