

Por: Gabriela Ormeño Guzmán
Directora de la consultora FlodeHR, especialista en liderazgo digital y trabajo remoto. Magíster en HR.
El wellness es un concepto que nació en la década de los 50 y en la actualidad ha sido revalorizado debido al contexto social global y demandas y exigencias de un mundo que cambia cada vez más rápido.
La era digital ha traído avances, pero también desafíos para manejar la infoxicación diaria para adaptarnos a cambios y presiones. Lo grave es que esto provoca que la mayoría de las personas se sienta “quemada en el trabajo”, ansiosa y con problemas de salud física y mental, lo cual es una preocupación para las áreas de RRHH.
El wellness implica vivir plenamente, tomando conciencia de qué tipo de acciones tomamos y desarrollando conductas para cuidar nuestro bienestar global. En este sentido, la plenitud abarca, además de las condiciones laborales, la salud física, mental, social, espiritual y emocional, así como las influencias del entorno. En resumen, se trata de tener un equilibrio para vivir con el máximo potencial, tomando acción propia para conseguirlo.
Desde las áreas de HR, recomiendo desarrollar estrategias para brindarles herramientas a los colaboradores, con el fin de que internalicen prácticas que redunden en una mayor satisfacción personal y laboral.
En este marco, es necesario que los líderes y las áreas de Recursos Humanos prediquen con el ejemplo, estableciendo protocolos claros para el cuidado pleno de las personas. Esta priorización permitirá sostener la salud organizacional en la era digital, reduciendo problemáticas como la rotación, ausentismo, baja performance, desmotivación y bajas por enfermedades vinculadas al estrés.
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