Se tiene que “dejar de ver a los emprendedores como enemigos”
En el último año, la pandemia ha sido fuertemente vinculada con el desarrollo del emprendimiento, ya que numerosas personas perdieron sus empleos y se vieron en la necesidad de buscar nuevos modelos de negocio; sin embargo, el emprendimiento no es nuevo, ya que México siempre ha sido un país de emprendedores, indica Ana Paula Franco Calvillo, coordinadora de AcelerA, aceleradora de Negocios de la Universidad Anáhuac México.
“El emprendimiento es un estilo de vida y no está limitado a nadie”, señala la también maestra en Economía y Negocios. “Vivimos en un país de emprendedores, ¡y cuántos emprendedores no conocemos como la tendera de la esquina y el zapatero! Son personajes clave en la sociedad que han creado sus propias oportunidades, al identificar necesidades en el mercado y proponer soluciones”.
La especialista en la gestión de proyectos con startups y PyMEs señala que estos ejemplos sólo permiten conocer el potencial que el país tiene. Pero, a pesar de eso, aún no recibía la importancia necesaria.Una muestra de ello son las empresas unicornio que pasaban desapercibidas hasta que empezaron a surgir con mayor continuidad.
Para la experta, que esas empresas hayan recibido el título de unicornio no fue una sorpresa, pero sí una oportunidad para aprender lecciones que vinculan al emprendimiento con el sector empresarial:
- Hay capital cuando los negocios generan valor, traen inversión y son innovadores.
- Cada vez hay mayor compromiso de las grandes empresas para apoyar a los emprendedores, ya sea por responsabilidad social o porque quieren integrar esas innovaciones en la cadena de suministro.
- La visión del intraemprendimiento está creciendo, es decir, dentro de una misma empresa hay emprendedores que generan un nuevo servicio o producto.
- La simbiosis entre las startups y empresas es más fuerte, al ser clave para fortalecer las alianzas y sacar lo mejor de cada una.
Sin embargo, indica que los principales desafíos que las grandes organizaciones deben afrontar son dos: dejar de ver a los emprendedores como “enemigos” y pensar que nunca vivirán crisis y, por lo tanto, no se verán en la necesidad de innovar y hacer alianzas “porque la industria es intocable”.
El riesgo de la zona de confort
“Siempre están los retos de pensar que (el emprendimiento) es una amenaza o considerar que a mí no me va a pasar y entonces sigo en mi zona de confort. Toda empresa necesita innovar y tener la visión de hacer alianzas y crear ecosistemas porque el capitalismo se está inclinando a ser más consciente”, afirma.
Como ejemplo, comparte que una Fintech compró un banco, cuando “lo normal” es que sea al revés. Para ella, aquí radica la clave: “el mayor reto es que (las empresas) no se den cuenta de que las reglas del juego no es que estén cambiando, sino que ya cambiaron. Y si no se adaptan, no van a poder subsistir en el largo plazo”.
En resumen, Ana Paula Franco indica que adoptar esta visión permite que las empresas salgan fortalecidas de las disrupciones actuales, además de que se forjará el camino para que la “repartición del pastel no sea 80/20, sino más equitativas, es decir, se trata de un ganar/ganar para todos”.
