SOLUCIONES TI Y TRANSFORMACIÓN DIGITAL, HERRAMIENTAS PARA HACER FRENTE AL ESTRÉS POST COVID

SOLUCIONES TI Y TRANSFORMACIÓN DIGITAL, HERRAMIENTAS PARA HACER FRENTE AL ESTRÉS POST COVID

En 2020, el teletrabajo aumentó en un 88%, lo que se hace considerar que sería permanente incluso luego del confinamiento.

Es común escuchar la frase “si amas lo que haces, nunca será un trabajo”. Pero hay una línea muy delgada entre la pasión y el compromiso y estar always on, que ha aumentado debido a que es un estado directamente vinculado con la tecnología que, a raíz de la pandemia por el Covid-19, se impulsó.

Pero, ¿la transformación digital y las soluciones TI no son lo mismo? No, pero sí se complementan para hacer eficiente un proceso. La transformación digital se da cuando las empresas adoptan nuevos medios para trabajar o hacer negocio, basándose en los avances tecnológicos. Por su parte, las soluciones TI son el desarrollo de sistemas de información, como aplicaciones de software y hardware de computadoras, que se encargan de garantizar que los equipos tecnológicos trabajen adecuadamente y así aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías.

 

Lo anterior permite entrever por qué las TI son relevantes, sobre todo ante el confinamiento, en el cual lo más importante es solucionar los inconvenientes, sin importar desde donde se haga el trabajo, ya que la red permite contar con equipos que comparten proyectos incluso a larga distancia.

 

De acuerdo con un informe de Randstad, en 2020 el teletrabajo incrementó en un 88%, de modo que hay una inclinación para que este modelo de trabajo permanezca incluso después del confinamiento. Claro, esto conllevará la continua actualización de equipo tecnológico, así como la necesidad de gestionar el trabajo de numerosos empleados, que en término del control de estrés fue de los principales retos en 2020 porque las empresas, incluso las que tenían esquemas obsoletos, tuvieron que adaptarse inmediatamente al mundo digital.

Lo más importante al decidir usar nuevas tecnologías y TI es analizar si ya se cuenta con la estructura base para implementar o añadir las nuevas funciones; en términos de sistemas, se tiene que evaluar el software, la mecánica de trabajo, las herramientas con las que ya se cuentan y cómo son usadas y las necesidades de los empleados. 

Esto permitirá tener una cultura tecnológica resistente y duradera, de modo que será más moldeable para futuros cambios; por otra parte, el recurso humano no enfrentará los problemas suscitados en 2020, agilizando el plan de trabajo y manteniendo un ritmo de trabajo similar al que tenían anteriormente, cuando el mundo laboral se daba en oficinas, principalmente.

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