Más allá de tener objetivos y prioridades claras, las personas productivas tienen la capacidad para atender y resolver imprevistos puntualmente.
Correos por enviar, revisar y responder, videollamadas en la agenda, analizar los avances de un proyecto y presentar un plan de mejora. Suena a muchas actividades, ¿no? Bueno, resulta que muchos empleados suelen creer que estar ocupado es sinónimo de ser productivo, pero estas palabras y estados no son sinónimo, sino todo lo contrario.
Ser productivo, de acuerdo con Desarrollo Personal, “no necesariamente significa cumplir muchas tareas. Se trata de identificar y completar tareas específicas que te llevarán al lugar que realmente quieres llegar”.
Por lo tanto, la clave no son las actividades que se completan ni el tiempo que se dedica a estas, sino centrarse en las prioridades, los objetivos y los resultados.
Concretamente, estas son las diferencias entre una persona ocupada y una productiva, destaca Universia:
Estos puntos se resumen en lo siguiente: las personas ocupadas no tienen el tiempo necesario para analizar y reflexionar ante los imprevistos, ya que siempre tienen algo que hacer. En tanto, las personas productivas tienen mayor espacio para atender y resolver imprevistos, lo cual es el principal plus porque el resultado final será con base en objetivos, estrategia, sentido y congruencia.