ENOE: Hay recuperación de empleos, pero menos prestaciones
Encuesta expone que el 56.1% de las personas fue empleada sin un contrato y el 57.4% no tiene prestaciones, destacando la baja calidad de los trabajos.
La recuperación del trabajo se está dando lentamente, pero constante; sin embargo, está generando una reducción en las prestaciones, de acuerdo con la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE) del segundo trimestre del año.
Los datos de la ENOE son respaldados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que dio a conocer que los empleados subordinados que abarca otras modalidades son remunerados con otras formas de pago sumaron 37.8 millones al cierre de junio de este año; por lo tanto, hay un incremento de 5.3 millones más respecto al mismo periodo de 2020.
Adicionalmente, casi el 80% de los trabajos agregados a la economía desde el segundo trimestre de 2020 han sido informales, es decir, sin un vínculo laboral reconocido y sin acceso a las prestaciones laborales de ley.
En cifras, el Inegi expuso lo siguiente:
- El 1% de los trabajos fue empleado sin un contrato escrito
- Más de la mitad de las personas (4%) no cuenta con prestaciones, sin considerar los servicios en instituciones de salud
- 56 de cada 100 trabajadores en el país trabaja en la informalidad
- El 2% de la población ocupada (55.2 millones de personas) en el segundo trimestre del año está en condiciones de informalidad laboral, es decir, 31 millones de personas
A nivel Latinoamérica, el panorama es similar porque en la región (América Latina y el Caribe) se perdieron 26 millones de empleos y los países tienen que trabajar para abordar los problemas actuales y los que ya se tenían, como la alta tasa de informalidad, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo.
Vinícius Carvalho Pinheirol, director regional de la OIT, expuso que “en la búsqueda de la recuperación resultará ineludible abordar las condiciones preexistentes en la región, que son claves para entender por qué el impacto de la pandemia en el empleo fue tan fuerte”.
Agregó que “la alta informalidad, reducidos espacios fiscales, persistente desigualdad, baja productividad y escasa cobertura de la protección social son parte de las asignaturas pendientes en la región”, además de que el déficit del trabajo formal será más evidente para tres grupos: los jóvenes, las mujeres y los adultos con menores calificaciones.
