Efecto “la boca de cocodrilo” en el ámbito laboral, respuesta a la presión social que viven las mujeres.

Efecto “la boca de cocodrilo” en el ámbito laboral, respuesta a la presión social que viven las mujeres.

Gerente de Transformación Cultural en Quaker State de México señala que un reto que viven las mujeres es el balance como consecuencia del rol impuesto por la sociedad.

“Yo elijo #ChooseToChallenge, que es el tema del Día Internacional de la Mujer, porque hay que decidir retar la situación de inequidad, los roles del hogar, las posibilidades de escuchar la voz de una mujer en la mesa de trabajo”, señaló María Esther Torres, HR Director Latam en Kellogg Company, durante el Foro Liderazgo Femenino en el Ámbito Laboral.

El evento, efectuado el pasado miércoles por Recursos Humanos TV, tuvo el objetivo de exponer los retos que enfrentan las mujeres por ser mujeres en posiciones de liderazgo, así como presentar el panorama de los procesos de reclutamiento en cuanto a temas de equidad, con motivo del cierre del #8M.

En su primera intervención, Blanya Correal, experta internacional en Modelos de Transformación Organizacional y Laboral, enfatizó que ha habido un avance en temas de equidad laboral, al recordar que hace 15 años la participación de las mujeres en el ámbito laboral era del 19% y ahora es del 29%, lo que indica que hay una evolución diaria porque se están rompiendo paradigmas.

Sin embargo, señaló que existe retos que tienen dos fondos: “el mundo laboral ha estado diseñado para un esquema masculino y el rol de la mujer en la familia ha implicado paradigmas de quién es responsable de la casa y del cuidado y crianza de los niños”, señaló la experta, quien agregó que “no es un reto de las empresas, sino una situación que surge desde la gestión en el hogar”.

Imposición social

Por su parte, Laura Delgado, gerente de Transformación Cultural en Quaker State de México, expuso que uno de los principales retos, no sólo para las mujeres, sino para la sociedad, es el balance como consecuencia del rol que impone la misma sociedad, lo cual abarca la carga de actividades del trabajo y la casa.

María Esther Torres concordó con los puntos anteriores y agregó que los retos son muchos; desde su perspectiva, se dividen en tres aristas: 

  1. Contexto, que varía en cada país debido a la cultura, salud y educación, de modo que “la realidad del hogar está inmersa en la realidad laboral”.
  2. Equidad del campo de juego, partiendo por la valoración de las competencias que hacen distintos y valiosos a mujeres y hombres.
  3. Construcción de la confianza de las mujeres desde el hogar, lo cual se forja desde la infancia al exponerle a las niñas las diversas opciones; en el caso del trabajo, apegarse a estereotipos que indican que carreras “son acordes al perfil de una mujer”, dejando de lado aquellas relacionadas con ingeniería, ciencias exactas o tecnologías de la información y comunicación.

Agregó que el 60 o el 70% de las obligaciones del hogar las tienen las mujeres, pero a veces es así porque ellas mismas se las adjudican, de modo que también se tiene que trabajar para modificar estas conductas, además de “soltar la aspiración a ser perfectas en todos los ámbitos de la vida”, lo cual no es viable porque no es parte de la naturaleza humana.

Proceso de reclutamiento sin equidad

En cuanto a la equidad en los procesos de reclutamiento, Laura Delgado expuso que aún hay paradigmas para decir entre hombres y mujeres en puestos altos, por lo que se inclina a los procesos ciegos, ya que dan la pauta para tomar en cuenta los talentos y habilidades de las personas, independientemente de su sexo.

Al respecto, Blanya Correal compartió que ha notado factores de inequidad como cuando se exponen que los costos para contratar a mujeres se elevan por aspectos como las licencias de maternidad; por otra parte, destacó que la presión social genera el efecto de “La boca de cocodrilo”, que se da cuando las mujeres empiezan en puestos básicos y llegan a la dirección media, donde se estancan porque las mismas familias “invitan” a la constante reflexión de qué pasará con la familia. Si bien, “se ha cambiado el discurso de ‘tienes que dejar de trabajar’ por el de ‘tienes que conseguir un puesto en el que equilibres tu vida”’.

Como punto final del panel, María Esther Torres agregó que en la etapa Pre COVID la Universidad de Harvard presentó un estudio acerca de la sobrecarga laboral. Se exponía que a las mujeres se les impulsa a tomar decisiones a favor del hogar, mientras que a los hombres se le orienta a impulsar su carrera, por lo tanto, el resultado es negativo para ambas partes porque se tienen mujeres insatisfechas por la limitación y a hombres presionados por no poder convivir más con las familias.

Ante esto, las panelistas hicieron un llamado a buscar la flexibilidad desde el lugar, que es el núcleo familiar, ya que, como expuso María Esther Torres, “la realidad del hogar está inmersa en la realidad laboral”.

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