¿Cómo ayuda el diseño organizacional en la gestión del cambio?

¿Cómo ayuda el diseño organizacional en la gestión del cambio?

Todas las empresas viven procesos de cambio, indispensables para adaptarse a las nuevas necesidades del entorno y las transformaciones que se dan, debido a factores como la digitalización y la globalización de la economía y los mercados. Estos procesos de cambio muchas veces suelen ser inesperados, e incluso inevitables.

 

Para hacer frente a estos procesos, las empresas deben contar con un diseño organizacional adecuado, flexible, adaptable y ordenado. Éste se refiere a la creación de procesos, tareas y relaciones formales dentro de una organización. En un contexto de normalidad, ayuda a la empresa a alcanzar sus metas, impulsar su crecimiento y fomentar la integración de colaboradores y recursos tecnológicos.

 

Sin embargo, en una etapa de transformación, un diseño organizacional adecuado facilita la detección de factores que puedan desencadenar en procesos de cambio. Además, ayuda a impulsar la creatividad y la innovación, indispensables para encontrar la solución de forma rápida a los retos que se presenten.

 

A través del análisis del flujo de trabajo dentro de la empresa, los sistemas utilizados para la realización de tareas y los procedimientos que se llevan a cabo, puede crearse un diseño organizacional que ayude a alcanzar los objetivos planteados y desarrollar nuevas estrategias. 

 

Y para un proceso de cambio, el diseño organizacional es importante para mejorar estos aspectos:

 

  • Puestos de trabajo y personal que lo ocupa. Un correcto diseño organizacional define el desarrollo y evaluación de los puestos dentro de la empresa, así como los perfiles de los profesionales que deben ocuparlos para dar los resultados esperados. Considerando que el recurso humano es lo más valioso de la empresa, es éste el que ayudará a que un proceso de cambio sea exitoso.
  • Los recursos tecnológicos con los que se cuenta. La digitalización y automatización de tareas dentro de las empresas es cada vez más frecuente, y ayuda a mejorar los procesos internos, optimizarlos y además mejorar tiempos. Por supuesto, en un entorno de transformación, contar (o no) con herramientas tecnológicas es clave para determinar el éxito que tendremos en esta etapa.
  • Los flujos de trabajo con los que se realizan las actividades. La revisión de las directices de trabajo permite identificar los procesos para completar las tareas, detectar los puntos críticos y buscar una mejora en los resultados. Desarrollando flujos de trabajo adecuados, la empresa puede estar lista para responder a las necesidades actuales y futuras, así como a los nuevos retos que se presenten en caso de enfrentarse a un proceso de cambio.

 

En resumen, el diseño organizacional puede ayudar a mejorar tanto el recurso humano como el tecnológico. Sumando las mejoras en estos ámbitos que son clave para las empresas, la organización tendrá la preparación, fuerza y herramientas necesarias para gestionar el cambio.

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