Batching, la técnica que apuesta por acumular tareas para ser más productivos.

Batching, la técnica que apuesta por acumular tareas para ser más productivos.

Parte de su éxito se debe a que ayuda a despejar la mente, tras concluir actividades similares que se pueden concretar en un tiempo determinado.

Ir en contra del reloj suele ser uno de los principales retos en la jornada de trabajo, y la meta siempre es la productividad. En pocas palabras, todo se resume al tiempo y los resultados, que a veces parecen complejos de cumplir y alcanzar ante la falta de organización, principalmente. Ante este escenario, el procesamiento por lotes o batching es una herramienta adecuada porque consiste en dedicar un determinado tiempo a realizar actividades similares o que requieren los mismos recursos.

 

Esta técnica no es nueva, pero sí recomendada por el método de productividad GTD (Getting Things Done) debido a que se aumenta la concentración, da paso al multitasking, hay más tiempo disponible y se evita la procrastinación. Por lo tanto, se facilita el ritmo de trabajo porque hay orden, claridad y la mente se libera de una carga para procesar otro lote de tareas del mismo tipo. 

 

Lo anterior es altamente benéfico porque las personas requieren de aproximadamente 23 minutos para concentrarse en la tarea que están realizando, de acuerdo con un estudio de la Universidad de California, es decir, ir de una actividad a otra que no tienen nada en común es un doble desgaste por la inversión mental y el tiempo.

 

¿Cuándo es bueno usarla?

 

Como en cualquier trabajo, hay actividades que requieren menor y mayor tiempo y detalle, de modo que esta herramienta de trabajo es ideal para realizar las tareas cotidianas o rutinarias, que, curiosamente, son las que implican una fuga de tiempo. Claro, hay que considerar si todas las tareas cotidianas pueden ser parte de este grupo, de modo que tienen que cumplir con tres características: 

 

  1.  Aparecen con frecuencia (son recurrentes).
  2.  El postergarlas no afecta o influye negativamente en otras tareas, ya sean individuales o en las que se impliquen terceras personas.
  3. Atenderlas con inmediatez no significan un plus en la lista de actividades del día.

Partiendo de los anterior, igual hay que tener en claro los objetivos, es decir, hay que establecer por qué se necesita terminar un cúmulo de pendientes a determinada hora, ya que de lo contrario el tiempo restante quedará al aire, dando pie a que inconscientemente no se cumpla con la menta del batching.

 

Por último, y para tener un mejor control, es conveniente realizar una vez a la semana una revisión diaria de las tareas, con el objeto de confirmar que todas las actividades se cumplieron.

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