Employee experience y felicidad organizacional

Employee experience y felicidad organizacional

Por: Michelle Saffie

El concepto employee experience o experiencia del empleado se originó en paralelo con la experiencia del cliente, concepto que surgió porque las empresas tenían la necesidad de aprender cómo atraer y fidelizar a los clientes. Esto permitió destacar la importancia de generar experiencias basadas en la confianza, a fin de que predominen emociones positivas y situaciones inolvidables, ya que harán que un cliente se sorprenda y nos prefiera antes que a la alta competencia. 

Para que los colaboradores generen experiencias genuinas con los clientes, primero la organización tiene que construir esas experiencias con los empleados. Claro, los perfiles de los clientes y trabajadores son diferentes, pero tienen algo en común: las organizaciones tienen la responsabilidad de brindarles experiencias y aprendizajes positivos.

Al interior de la organización, la experiencia del empleado debe construirse con base en cada interacción de su ciclo laboral, desde la atracción de talento hasta la salida. Cada hito de su ciclo laboral debe ser acompañado y guiado con el propósito de construir lo mejor posible sus vínculos y emociones en el trabajo. Para que este ciclo se construya con solidez y de acuerdo con las necesidades del empleado, se deben considerar los contexto cultural, tecnológico y físico.

Relación para un mismo fin

Las empresas y la cultura organizacional se componen de relaciones, emociones y colaboradores, quienes, a su vez, están influidos por sus vivencias diarias. Quien crea una organización y es parte de un sistema tiene la responsabilidad de generar experiencias positivas, ya que dan paso a la felicidad organizacional que aumenta la productividad. Sin embargo, no sólo se trata de generar felicidad en un empleado, sino un sentido de empatía para que entre los mismos colaboradores se fomente esta cultura de trabajo. 

Por lo tanto, la construcción de la experiencia del empleado se tiene que enfocar en experiencias humanas, a fin de que alcance su máximo potencial. Esto conlleva a satisfacer, simultáneamente, las necesidades de los grupos de interés: empleados, accionistas, clientes, proveedores y sociedad. Por lo mismo, las áreas de Recursos Humanos tienen un papel protagonista, por lo que el rol administrativo se deja de lado, dando más importancia al rol estratégico al interior de las organizaciones. 

¿Cuál es el gran desafío?

Primero se debe mirar el entorno, replantear el propósito, rediseñar los procesos organizacionales, ser amigos de la transformación digital, gestionar los datos para tomar mejores decisiones, pensar siempre en nosotros y centrarse en las acciones del Fenómeno CO: CO-nexión, CO-ntención, CO-municación, CO-laboración y CO-ntribución. 

Crear experiencias que conecten las necesidades y motivaciones de las personas hará que todo valga la pena, por lo que la invitación es enfocarse en la calidad y no en la cantidad. Cumplamos nuestros objetivos, pero haciendo que el proceso sea inolvidable y saludable. Somos los verdaderos protagonistas de este cambio, así que la invitación es ser menos perfectos y más valientes.

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