Menstruación, un estigma incluso “para no dar puestos de mando a mujeres”
Experta señala que el sector laboral necesita reeducarse, además de implementar campañas de sensibilización y empatía dirigidas tanto a hombres como mujeres.
Dolor, inflamación y cólicos son los síntomas con los que comúnmente se asocia a la menstruación, pero hablar del ciclo menstrual es más que eso e incluso es un tema que debe abordarse en el ámbito laboral, subraya Alejandra Collado Campos, especialista en Estudios de la Mujer y jefa de medios de comunicación en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional de México (UNAM).
En entrevista con RHTV, la maestra en Estudios de la Mujer afirma que la menstruación se mantiene como tema tabú en pleno siglo XXI porque históricamente ha sido catalogada y vinculada con ideas y preceptos que degradan en sí el papel de la mujer.
Explica que hay dos vertientes que han sobresalido: la religión y la ciencia, ya que las primeras apariciones de la palabra menstruación se dieron en la Biblia, donde se vincula con el castigo por llevar a Adán al pecado y la maldición por la desobediencia, y la ciencia porque la ha asociado con la “toxicidad”.
Por lo tanto, “la ciencia y la religión son instituciones que, de raíz, producen discursos que son replicados por los mismos medios de comunicación”, así como en películas e incluso la industria de higiene femenina porque la publicidad vende una imagen de limpieza e higiene extrema, así como del control de las emociones, haciendo “como que no pasa nada, cuando está pasando de todo dentro de ti”, ya que presentar la realidad de la menstruación es sinónimo de grotesco.
Menstruación Digna, un parteaguas
Para Alejandra Collado, aunque falta mucho trabajo por hacer, sí hay avances y una muestra es La Ley de Menstruación Digna, que aprobó la Cámara de Diputados el pasado 28 de abril. Ésta propone la entrega gratuita de productos para la gestión menstrual como toallas, tampones y copas menstruales en escuelas del país.
Este hecho, señala la también doctora en Estudios sobre comunicación y medios, así como otros en los que se destaca y reconoce el rol de la mujer, están permitiendo que temas como la menstruación se hablen con mayor apertura. Pero indica que un error que se sigue repitiendo es abordarla como “un tema de chicas” y en “secreto”.
Por qué sucede esto es la pregunta clave, expone la experta en Estudios de la Mujer, quien indica que esto se debe a la falta de información desde la infancia hasta la vida adulta, etapa en la que el tema se sigue evadiendo y minimizando.
Lo más grave es que esas problemáticas se trasladan a la vida, que es cuando se demuestra que muchas mujeres crecieron “con un tabú encarnado” que en la misma socialización se consolidó porque “se tiene la idea de que son temas de los que no se deben hablar”.
Reeducación
“En el ámbito laboral se manifiesta lo que hemos aprendido en la casa, la escuela y la socialización” y eso hace que “la falta de información impacte en el trabajo”, ya que esas primeras situaciones de la infancia y adolescencia se repiten.
Por otra parte, sigue siendo un tema que no se contempla, pero que, inconscientemente, se emplea en contra de las mismas mujeres, ya que “la menstruación es un estigma usado como pretexto hasta para no dar puestos de mando a mujeres porque se cuestiona ‘cómo van a tomar decisiones si una vez al mes se ponen hormonales’”.
Alejandra Collado dice que esto evidencia la necesidad de políticas, pero también de campañas de sensibilización y empatía, tal cual ocurría en la secundaria con las pláticas menstruales, con la diferencia que no debe ser un tema tratado a puerta cerrada ni con exclusividad para las mujeres.
“En el trabajo hay que reeducarnos (para saber qué implica la menstruación) y aprender a tener empatía; al menos una vez nos podemos topar con una compañera que la esté pasando mal”.
Para la experta, lo más importante es darle el valor que este tema merece y dejar de verlo como un tema prohibido, ya que eso “sólo indica que el valor, el trabajo y el mismo cuerpo de la mujer tiene menor valor”.
