Sostenibilidad, reclutamiento y selección: los retos de los CEOS en 2023
Por: Redacción Recursos Humanos TV
El término Downsizing empresarial plantea la reducción de la nómina mediante el uso de recursos óptimos para garantizar la productividad, al mismo tiempo que se reorganiza la estructura y se mejora la disminución de equipos con organización corporativa.
Con el nuevo boom de la Inteligencia Artificial en la conversación del ámbito laboral, los procesos de reclutamiento y selección y el downsizing cuentan con un elemento más para la reducción de nómina bajo el precepto de la organización, a partir de los recursos tecnológicos con los que cuenta una empresa.
Sin embargo, no deja de resaltar que, la planeación y obtención de objetivos mediante tecnología no conlleva dejar de lado la mano humana y sus habilidades profesionales.
La transformación digital está en marcha, y el aprendizaje corporativo tendrá nuevos retos a los ya planteados. La aplicación de Inteligencia Artificial va a imponer un nuevo modelo organización, de diseño técnico, de consumo y de evaluación empresarial.
Según especialistas en Recursos Humanos como Agu Remmelg, CEO fundador de la consultora Coursy, la Inteligencia Artificial generará nuevos modelos de negocio y nuevos modelos de procesamiento de lenguajes corporativos, que si son bien aplicados, se puede ahorrar hasta el 50% de los costos generados desde las áreas de Recursos Humanos.
Si la tecnología es bien aplicada se aprovechará para la facilitación de la toma de decisiones de una manera inteligente, informada y sin sesgos. La clave está en la unión profesional y progresiva de la tecnología y el trabajo humano.
Por ende, el tan anhelado Downsizing de algunas empresas no debe ser tajante, ni mucho menos con decisiones tomadas por inferencias y aprovechando el contexto para recortar empleos de manera indiscriminada y poco pensada.
La implantación de la Inteligencia Artificial en una empresa debe ser planeada de forma progresiva de la mano con los colaboradores, en el entendido que la velocidad de los ajustes tecnológicos supera cualquier velocidad antes conocida. Son tiempos vertiginosos y hay que tomarlos y sobresalir en ellos, pero es momento de unir la tecnología con el humano, con el mando irrestricto de la persona y no de la máquina.
La Inteligencia Artificial y su llegada plena al ámbito laboral genera expectativas en el futuro de la digitalización. En el trabajo, al mismo tiempo, es considerada como uno de los campos tecnológicos con un gran potencial de innovación.
La Inteligencia Artificial es una disciplina que combinada en diversos campos y funciones puede generar optimización laboral, automatización y agilidad en la administración de tareas que pueden ser simplificadas para los humanos.
Al mismo tiempo, puede predecir los análisis que conllevan tiempo y esfuerzo indeterminado por parte de los humanos. En todos los ámbitos el ingreso de la Inteligencia Artificial genera riesgos a los principios éticos del trabajo y a los derechos fundamentales del trabajador.
Es un reto inigualable el que se tiene por delante. A esto se refieren los conceptos de futuro del trabajo, digitalización y cuarta revolución industrial. Todos ellos están enmarcados y ejemplificados en el ingreso furtivo de la Inteligencia Artificial al ámbito laboral.
Los resultados de la colaboración entre la tecnología y el ser humano representan un reto que va más allá de la ciencia ficción. Dichos efectos deberán ser blindados con preceptos éticos de parte de las empresas y los colaboradores por igual. Por ello, la aplicación de una tajante y sin razón técnica de downsizing, contraviene con los preceptos de ética laboral en todos los sentidos.
