¿Cómo formular una propuesta de valor para tu organización?

¿Cómo formular una propuesta de valor para tu organización?

Desde nuestra posición como directores y CEOs, debemos estar inmersos en todos los procesos que nuestra organización lleva a cabo, siempre otorgando la confianza debida a los líderes y colaboradores que encabezan dichos procesos. 

Pero uno de los procesos en los que debemos tener presencia, es en la elaboración de la propuesta de valor para nuestras empresas. Una propuesta de valor es un recurso para transmitir de manera objetiva y directa las ventajas que una empresa puede aportar a sus clientes.

Mostrar a nuestros clientes lo que nuestra empresa puede ofrecer es indispensable para involucrarlos y fidelizarlos. La propuesta de valor relaciona los aspectos más destacados de una empresa y la posiciona entre sus consumidores, lo que mejora su capacidad para resolver los problemas que ellos tienen.

Todo esto se muestra en un contenido objetivo, transparente y creativo. Un nuevo negocio exige una serie de esfuerzos, planificación y, principalmente, un gran posicionamiento ante el mercado y el público.

Una parte clave de esto es la propuesta de valor, una herramienta estratégica simple que tiene una alta capacidad para generar engagement en las personas interesadas en la empresa. Sin embargo, para tener esta eficiencia necesita estar bien construida.

Definir una buena propuesta de valor es el primer paso para mostrar cómo nuestra empresa puede satisfacer a un cliente de nicho de manera eficiente y precisa. Sin embargo, pocas personas saben cómo desarrollar este posicionamiento de la manera correcta. Existe un estándar específico que permite un resultado más preciso y con mejores probabilidades de atraer a más clientes.

La propuesta de valor es una práctica original de marketing que tiene como objetivo darle al cliente una idea clara, concisa y transparente de cómo un negocio en particular puede ser relevante para él. Desarrollar esta idea es uno de los pasos clave de cualquier estrategia de planificación. Es un error comenzar un nuevo negocio sin tener este concepto bien formulado.

Cada empresa se funda sobre la base de pilares de actuación y de prácticas ante el mercado y el público. Estas ideas deben guiar la propuesta de valor y a partir de ellas este negocio ofrecerá sus productos o servicios al público. Cuando se desarrolla la propuesta, se entiende qué es lo que ofrecerá la empresa, por lo que es esencial ser muy transparente en este contenido.

En este tipo de presentación, existe una gran tendencia a fortalecer a la empresa frente al mercado, demostrando por qué elegir a tu compañía y no la competencia.

Por supuesto, para destacar tu trabajo no es necesario, mucho menos recomendado, despreciar a los otros participantes del mercado. El cliente desea saber por qué tu negocio debe ser su elección y no por qué no elegir a nuestros competidores.

La propuesta que elaboremos debe ser totalmente adecuada y basada en lo que hace la empresa, sin intentar mejorar aún más sus cualidades. Esta exageración podría resultar en un escape de la realidad, por ejemplo. Otro punto clave es tener sinceridad y objetividad al describir cómo los servicios o el producto pueden ayudar a las necesidades de este público objetivo. La transparencia tiene un gran valor en la propuesta.

Desde nuestra posición debemos de cuidar la franqueza e imparcialidad que favorecen enormemente la aceptación y la cercanía entre el consumidor y la marca. Una propuesta de valor bien estructurada puede hacer la diferencia entre tu empresa y sus competidores.

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