Importancia de la construcción de un nuevo modelo organizacional
Por: Redacción Recursos Humanos TV
En los últimos tiempos, los indicadores económicos importantes señalan que el mundo avanza a ritmo vertiginoso. Por su parte, John P. Kotter, profesor y autor especializado en temas de liderazgo, afirma que los riesgos asociados a esta situación, ya sean económicos, sociales, ambientales o políticos, crecen también de manera exponencial.
Para Kotter, el mayor desafío que enfrentan actualmente los líderes empresariales es seguir siendo competitivos y crecer de forma rentable en un contexto de turbulencia y disrupción crecientes, como el que vivimos en la actualidad.
Según sus estimaciones, el principal problema es que las compañías que han superado la fase inicial progresan por su eficiencia antes que por su agilidad estratégica. En resumen, es por la capacidad de sacar provecho de las oportunidades y superar las amenazas de forma rápida y segura.
Hoy en día, si una empresa no revisa su rumbo periódicamente, se adapta constantemente al contexto cambiante y realiza los ajustes operacionales necesarios, se enfrenta a una situación peligrosa.
La clave para gestionar esta compleja situación está en ajustarse a las exigencias diarias de la actividad empresarial con la identificación temprana de riesgos y oportunidades, impulsando iniciativas estratégicas e innovadoras con agilidad y poniéndolas en práctica con rapidez.
Con el tiempo, una compañía sólida cumple con una serie de etapas hasta convertirse en una empresa estructurada jerárquicamente y dirigida según conceptos de gestión como planificación, presupuestos, definición de tareas, asignación de personal, evaluación, resolución de problemas.
Con una jerarquía bien estructurada y con procesos de gestión dirigidos con habilidad, esta organización más madura puede resultar increíblemente fiable y eficiente con el pasar del tiempo.
Una jerarquía bien diseñada permite distribuir el trabajo en departamentos, divisiones de producto y regiones, donde se desarrollan y alimentan conocimientos técnicos sólidos, se diseñan e implementan procedimientos debidamente probados y el sistema de responsabilidades y la cadena de mando están sólidamente establecidos.
Una de sus características más destacadas de un nuevo modelo jerárquico es que puede optimizarse para adaptarlo a circunstancias cambiantes que permitan hacer frente a los desafíos de un momento específico.
Las empresas deben aprender a poner en práctica iniciativas dentro de un sistema jerárquico que les permitan asumir tareas nuevas y mejorar el rendimiento en las ya existentes. Deben saber identificar problemas nuevos, detectar y analizar datos en un mercado dinámico y realizar estudios de viabilidad para modificar lo que se produce, cómo se produce, cómo se vende y dónde se vende.
Los retos actuales y futuros empujan a todos a evolucionar hacia un modelo de empresa fundamentalmente nuevo. Esto permitirá que, si se logra implantar con éxito esta nueva metodología de gestión empresarial, se podrán aprovechar los retos estratégicos de un mundo que cambia constantemente.
De esta forma se pueden ofrecer mejores productos y servicios, crear más ingresos, generar más y mejores empleos, y todo ello a mayor velocidad que en el pasado. Es decir, que aunque las consecuencias de un mundo en constante cambio tienen su aspecto negativo, también suponen una enorme ventaja potencial.
Fuentes:
