

Hacer realidad la inclusión en el ámbito laboral, en todos los rubros de las organizaciones, es una asignatura que no debe de tomarse más como una tendencia, sino como una acción cada vez más normalizada en la dinámica empresaria.
A lo largo de la historia se ha demostrado con datos contundentes que la contribución y el impacto positivo, generado en empresas que ejercen plenamente la inclusión y la equidad, va más allá de una tendencia en una determinada época.
Y es que a pesar de ponencias y de que la conversación de unos años para acá la permean los temas de inclusión, la realidad es que las tendencias de inclusión real siguen siendo negativas en México y el mundo.
Los retos para el 2023 refieren diversos aspectos, como, por ejemplo:
Es el momento justo para que las empresas dejen el uso del Marketing Rainbow Washing en el que en redes sociales o en campañas publicitarias muestran apoyo irrestricto a la diversidad, principalmente con fotos de perfil y portadas alusivas al tema. Se debe pasar de los dichos y la atracción de likes a la puesta en práctica de políticas para favorecer la diversidad, esta es la tarea y el reto en 2023.
Otro de los aspectos a evitar es el llamado Purple washing, técnica con la que las empresas tratan de vincularse de manera propagandística con temas de igualdad de género.
En Latinoamérica, las mujeres representan la mitad de la población y son ellas precisamente las que siguen padeciendo las brechas laborales y de discriminación en empresas y organizaciones.
Por su parte, según datos de la Consultora Gartner, el 69% de las organizaciones citan a la diversidad e inclusión como una prioridad estratégica. Al mismo tiempo mencionan que las áreas de recursos humanos siguen teniendo problemas para que los planes de inclusión se conviertan en realidad y generen resultados. Algunos programas de inclusión no se supervisan, no generan data y se quedan como buenas intenciones.
Al mismo tiempo, Gartner indica que para que las iniciativas de diversidad e inclusión tengan el éxito esperado, deben comenzar por definir estrategias que impulsen la implementación de las prioridades organizativas que estén integradas en los puntos clave de la empresa.
Es importante que las áreas de Recursos Humanos intervengan con su expertisse para garantizar el correcto seguimiento de los procesos de contratación, integración y retención de talento. De lo contrario, serán empresas que solo mencionan estos temas por “moda”, y no por un verdadero compromiso con el cierre de brechas laborales.