

La gestión de equipos de manera tradicional conlleva tareas distintas magnitudes, entre ellas la implementación de una comunicación honesta, fluida y constante; el establecimiento de reglas palpables y perfectibles para cumplimentar reglas con el logro de objetivos.
Ahora bien, llevemos ello a la gestión de grupos y equipos de manera remota, y es importante decir que a partir de la pandemia se aceleraron las funciones e interpretaciones de la llamada Cuarta Revolución Industrial con implementación de tecnología para el funcionamiento vital de una organización.
En este sentido, la gestión de equipos a distancia es sumamente importante, porque los esquemas de trabajo remoto e híbrido llegaron para quedarse. Por ello, es importante considerar los puntos clave de la gestión a distancia, entre ellos destacan:
Para la gestión de equipos de manera remota, la retroalimentación es elemental, pero es necesario establecer normas para charlar de manera franca, directa, respetuosa y auténtica. Las retroalimentaciones se han resumido en charlas planas sin elementos reales, solo para cumplir con la tarea establecida.
Esto no debe ser así, la retroalimentación, incluso de las charlas no planificadas, establecen nuevas normas que van más allá de los cimientos. De esta forma se comienza a construir una organización hacia arriba, pero de forma horizontal.