¿Te pueden despedir de tu trabajo por tus redes sociales?
Ya hemos visto casos en los que, debido a una publicación de Twitter, TikTok o Facebook, algunas personas han perdido sus empleos o se les han negado otros. Sin embargo, ¿realmente te pueden despedir de tu trabajo por tus redes sociales? Una experta considera que sí.
Cuando se trata de encontrar a un candidato, Estrella Vázquez, directora general de la consultoría Factor RH, comentó al sitio de El Economista que un reclutador normalmente se apoya de la información que hay en las redes sociales de la persona.
Al menos cinco de cada diez reclutadores en México revisan las redes sociales de un candidato antes de aceptarlo en una vacante. Sin embargo, esto no siempre resulta tan ético, en especial si estas se utilizan como un espacio de lucha.
“¿Qué pasa si el reclutador tiene prejuicios o estereotipos sobre algunas identidades?”, afirma Vázquez, por lo que recomienda cambiar la configuración pública a privada de una cuenta. No obstante, señala que, si la compañía que nos está contratando tiene tintes de discriminación, no deberíamos de elegirla.
Por otro lado, cuando un empleado publica contenido misógino, discriminatorio, discursos de odio u otra clase de cosas ofensivas, puede ser despedido. Aunque la Ley Federal del Trabajo realmente no es clara con esta problemática, únicamente el artículo 47 puede servir de guía.
El Economista señala que la fracción II indica que un empleado puede ser despedido si incurre en faltas de probidad u honradez, en actos de violencia, amagos, injurias o malos tratamientos en contra del patrón, sus familiares, el personal de cualquier área o nivel y hacia clientes y proveedores. Esto también incluye el acoso y el hostigamiento sexual.
“Legalmente, no podemos hacer nada. Pero definitivamente es un foco rojo”, comenta la especialista, “tenemos libertad de usar nuestras redes sociales como nos parezca. A menos que hayan utilizado una red social de la organización, eso sí podría ameritar un despido”.
Las redes sociales son un elemento importante tanto para los colaboradores como para la empresa. Lo mejor en estos casos es establecer una política sobre su uso, de forma que tampoco atente contra su libertad de expresión y de ocio en ellas.
