Tatuajes, ¿un estigma en el trabajo?

Tatuajes, ¿un estigma en el trabajo?

Para algunas empresas, estas marcas son parte de la libertad de expresión, pero para otras sigue siendo un obstáculo para hacer una contratación laboral.

En los últimos años, los tatuajes se han vuelto una tendencia al ser parte de un estilo de vida, además de que son una manera de expresarse. Debido a que se trata de “marcas” perdurables, tienen un impacto en el mundo laboral: para algunas empresas siguen siendo un estigma, pero para otras no, evaluando las habilidades y conocimientos y no la imagen de los empleados.

Origen e historia

De acuerdo con Vogue, el origen de los tatuajes dataría en el año 5,000 a.C en Japón, donde adornaban estatuillas de barro con marcas que ahora son conocidas como tatuajes. Esa tendencia se extendió a otras regiones como Egipto, de donde provienen los pigmentos de henna y las mujeres eran tatuadas para mostrar su estatus social.

En tanto, Vix indica que los marineros tuvieron un papel importante porque fomentaron la cultura del tatuaje. La extrajeron de las islas polinesias de Samoa o Tahití, ya que incluso la palabra tatuar procede del vocablo tatau que significa “marcar algo”.

Actualmente es más común observar personas con tatuajes e incluso los estudios (para tatuarse) han aumentado. De hecho, debido al boom que han tenido, el 17 de julio es el Día Del tatuaje, que, aunque no es una celebración oficial, es celebrada por numerosas personas que están a favor de este estilo de vida.

Símbolo “democratizado”

Y es justamente este panorama el que ha dado la pauta para disminuir la idea de que los tatuajes están vinculados con criminales o personas de ciertas clases sociales. En el caso de México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que estas marcas son parte de la libertad de expresión, de modo que no deben ser motivo de discriminación.

Al respecto, el medio español La Vanguardia cita a la doctora en Psicología y especialista en Recursos Humanos Miriam Díez Piñol, quien indica que “el código de conducta, que alcanza a la vestimenta, está más extendido o es más preciso en las grandes empresas”. Y esto genera que “los tatuajes sean símbolos que se han extendido y democratizado”.

Pero a pesar de esto, aún hay empresas que prescinden de empleados con tatuajes, lo cual conlleva a la pérdida de talento, indica Isabel Barceló Vizcaíno, directora de servicio en Adecco en Cataluña, España.

La especialista explica que, de entrada, hay que recordar que los procesos de reclutamiento y selección son diferentes en cada parte del mundo, ya que en algunos países solicitan la foto del candidato, pero en otros no.

Para ella, lo más importante es hacer un proceso “ciego” y por ello promueve la iniciativa Talento sin etiquetas, lo que hace que “nuestro trabajo implique seleccionar al candidato que mejor encaje en el puesto de trabajo que nos solicitan, y eso lo determinan las competencias laborales y no la apariencia de la persona evaluada”.

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