Solo el 40% de los trabajadores cree que su sueldo refleja su esfuerzo
En el ámbito del trabajo, existe una preocupación persistente en torno a la satisfacción salarial de los trabajadores que no están en puestos directivos. Según el reporte “La fuerza laboral global del futuro”, elaborado por Adecco Group, solo el 41% de los empleados en puestos no gerenciales considera que su salario refleja su esfuerzo.
El informe destacó la necesidad de que las organizaciones adopten nuevos enfoques para comprender la productividad de los trabajadores, para que así puedan asegurarse de que la remuneración refleje de manera más precisa las medidas de producción.
Aunque la satisfacción con el salario se sitúa en un nivel promedio, solo la mitad de los trabajadores considera que su remuneración es un fiel reflejo de su trabajo, independientemente del debate entre horas trabajadas y rendimiento.
Así mismo, el estudio puntualizó que esta proporción disminuye aún más al conectar la remuneración con las habilidades y la productividad, alcanzando el 38% y el 37% respectivamente.
A pesar del contexto de alta inflación, aproximadamente la mitad de la fuerza laboral no ha observado cambios en su remuneración. De hecho, un 38% de los empleados afirma que su salario se ha mantenido igual, mientras que un 12% asegura que ha empeorado.
Sin embargo, esta satisfacción salarial varía según el nivel jerárquico. El 63% de los trabajadores en puestos gerenciales consideran que su sueldo refleja adecuadamente las horas de trabajo, manteniéndose igual entre aquellos que opinan que su salario está acorde a sus habilidades.
Este panorama plantea un área de preocupación para las organizaciones. Existe el riesgo de perder talento si la inversión en habilidades, progresión y salario se centra exclusivamente en los gerentes, dejando de lado a los trabajadores de primera línea y a aquellos en niveles no gerenciales, que son parte fundamental del flujo de talento.
Por ello es necesario asegurarse de que los salarios de las vacantes sigan siendo competitivos en tiempos de incertidumbre económica y política. Además de establecer un vínculo más sólido entre el sueldo y el rendimiento.
Las empresas deben invertir en formación, tecnología y análisis para establecer objetivos de producción, medir y recompensar de manera efectiva a los trabajadores por su conjunto de habilidades, experiencia y rendimiento, especialmente a nivel no gerencial, donde se encuentra la base de talento.
