Sin jefes ni gerentes. Así funciona esta compañía en Argentina

Sin jefes ni gerentes. Así funciona esta compañía en Argentina

El liderazgo de un supervisor es una de las bases más importantes para el desarrollo de una empresa. Sin embargo, esta compañía Argentina de lácteos ha demostrado poder funcionar sin jefes ni gerentes.

Álvaro Ugartemendia, el emprendedor detrás de la PYME de Lácteos Capilla del Señor, fue el que apostó por llevar adelante esta estrategia de gestión sostenible, en donde son los propios trabajadores los que manejan y toman las decisiones de la empresa.

De acuerdo con el sitio de noticias La Nación, este modelo se basa en la Teoría Z de administración de William Ochumi, la cual ve al trabajador como un ser integral que no puede separar la vida personal de la laboral, y se enfoca en las relaciones humanas y el compromiso con su puesto.

Ugartemendia detalla que este nuevo formato tiene tres grandes valores: el primero es el de la familia, en donde el trabajador tiene la libertad de irse a casa en caso de cualquier contingencia, pero sin reducción de su salario. El conocimiento, que le permite al colaborador seguir estudiando mediante la elaboración de un diagrama laboral, y finalmente la rentabilidad de la empresa.

“No es fácil, nos desafía a nosotros mismos y al resto de la sociedad que trabaja con otra clase de estructuras. Cambiamos la lógica piramidal por un organigrama tipo burbuja, sin jefaturas. Nuestro foco está en las familias de los colaboradores, que son tratados como personas con voz y voto en la empresa”, comentó Álvaro en una entrevista para el sitio de La voz.

El organigrama tipo burbuja

De acuerdo con la misma entrevista, Ugartemendia señala que este tipo de organigrama funciona de manera horizontal, en donde las decisiones se toman mediante un consenso. Reemplazan el individualismo por el trabajo en equipo y en células dinámicas, donde cada quien es dueño de sus propias labores.

“Hay colaboradores que accionan las actividades, hay otros que toman datos que se están generando y los transforman en información válida. Otros se nutren de ella y toman decisiones sobre cómo hacer la orden de producción”, señala Álvaro.

Gracias a este nuevo modelo sin jefes ni gerentes, la empresa ha visto un incremento bastante positivo en distintas áreas. Por ejemplo, en el sector de envases se tradujo en un 35% más de productividad y un 25% en el área de elaboración. Además de que en el presente año, su tasa de ausentismo se promedió en un 5.72%, a diferencia del 2016 cuando la cifra era de un 15.57%.

La PYME de lácteos ya lleva trabajando dos años bajo este esquema, y aunque sus números los motivan a seguir utilizándolo, su creador todavía considera que hay mucho por hacer a favor de la empresa y de sus colaboradores.

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