México registra uno de los peores niveles de balance vida-trabajo
México tiene un gran problema de estrés, tanto así que muchos expertos consideran que esta será su próxima gran pandemia en relación con el mundo laboral, en especial porque este país registró uno de los peores niveles de balance vida-trabajo, según lo reportado por la OIT.
En su información, recopilada por el sitio de El Economista, la Organización Internacional del Trabajo analizó los datos oficiales de diferentes países sobre los esquemas laborales tradicionales y la flexibilidad, encontrando así que México está dentro del grupo que tiene mayor desequilibrio laboral, lo que se ve reflejado en los altos niveles de subocupación y sobreocupación.
Para ser más específicos, México está entre los países con mayor desbalance en el tiempo trabajado, abarcando el 41.7% de la fuerza laboral, apenas superado por lo que se observó en Filipinas con un 43%, pero por arriba de Chile y Venezuela con un 40.9% cada uno.
Esto significa que la nación tiene a personas que laboran menos horas de las que necesitan y otras cuyas jornadas superan a lo que marca la ley. Y de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del total de la fuerza laboral en México, el 26.5% trabaja más de 48 horas semanales, mientras que el 7.6% está en subocupación.
Para solucionar esta problemática, la OIT puntualizó que es necesario tener mayores políticas de flexibilidad, esquemas de trabajo que ofrezcan un mejor balance entre la vida personal y laboral, de forma que los colaboradores puedan escoger libremente como hacer sus tareas, lo que trae consigo mejoras en la productividad.
“Existe una cantidad considerable de evidencia de que las políticas de equilibrio entre la vida profesional y privada proporcionan importantes beneficios a las empresas, sustentando el argumento de que este tipo de políticas son provechosas tanto para los empleadores como para los empleados”, señaló la OIT en su estudio.
Entre las estrategias que más recomienda está el reducir las horas que se trabajan a la semana en la medida de lo posible, fomentar el empleo parcial con mayor flexibilidad laboral y finalmente garantizar mejores condiciones de salud y seguridad, motivando la desconexión digital, por ejemplo.
