Liderazgo gentil, un nuevo modelo para dejar atrás a los jefes tóxicos

Liderazgo gentil, un nuevo modelo para dejar atrás a los jefes tóxicos

Casi todos conocemos hemos conocido en nuestra trayectoria a un jefe que encaja perfectamente en el concepto “líder tóxico”. Este tipo de liderazgo puede provocar daños en la salud mental de los trabajadores, debido a los altos niveles de estrés y ansiedad que causa. Incluso, en algunos casos extremos, puede haber afectaciones físicas.

 

Según el estudio Global Health Care Outlook 2022, realizado por Deloitte, la mala salud mental le cuesta a las empresas cerca de 2 mil dólares al año por cada empleado. Esto debido a los problemas ocasionados por situaciones presentadas en el lugar de trabajo.

 

Por otra parte, investigadores de la Universidad de Australia del Sur encontraron que un ambiente de trabajo tóximo aumenta hasta en un 300% la tasa de depresión entre los colaboradores de las empresas.

Un nuevo liderazgo

Para evitar estas afectaciones entre los trabajadores, y también las pérdidas y problemas que puede tener la empresa, hay un nuevo modelo de liderazgo que está cobrando fuerza y que es totalmente distinto al tóxico: el liderazgo gentil.

 

Este está basado en los valores y se centra en las personas y su bienestar, colaborando en la seguridad psicológica de los trabajadores, ayudándoles a comportarse de manera inclusiva y amable. En este tipo de liderazgo la amabilidad supera a la autoridad, se toman decisiones con responsabilidad pero actuando desde el corazón.

Según Daniel Lumera, sociobiólogo y experto mundial en ciencias del bienestar, “las investigaciones demuestran que el factor que marca la diferencia en los equipos es la seguridad psicológica. Entre los valores y comportamientos inclusivos que la crean está la amabilidad”.

 

De acuerdo con el portal de Vogue, Lumera asegura que en este nuevo liderazgo, la verdadera fuerza reside en no necesitar la ira, la frustración, el descontento o el miedo para lograr el consenso, el poder y el control.

Por ello, este tipo de jefe “prefiere la amabilidad a la autoridad, la humildad a la humillación y pone los números al servicio de los valores y no al revés. Hace que la otra persona y su bienestar sean prioritarias”.

 

Para lograr esto, el primer paso es ser amable con uno mismo, escucharse y cuidarse. Este camino se puede comenzar a través de la respiración y la meditación, pasando después a las acciones concretas. La meta es pasar del “yo” al “nosotros”, superando la falta de amabilidad para comenzar con la fase de construcción de la gentileza.

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