La informalidad en México ha alcanzado un nivel preocupante
La tasa de informalidad laboral ha alcanzado un nivel preocupante en México. Según datos desestacionalizados del INEGI, el 55.46% de la población ocupada se encuentra en situación de vulnerabilidad laboral, el nivel más alto en los últimos cinco meses.
De acuerdo con el sitio web de El CEO, la tasa de informalidad laboral incluye a personas que trabajan en unidades económicas no registradas o en el sector informal sin seguridad social, lo que significa que son laboralmente vulnerables. Factor que desafortunadamente empañó los resultados tan bajos de desocupación que se encontraron el febrero pasado.
Aunque la situación de la informalidad laboral puede generar preocupación, algunos expertos opinan que no es motivo de alarma debido a la importancia de esta población en el consumo privado. Además, se espera que la solidez del mercado laboral se extienda, lo que será un catalizador importante para el consumo en el año.
En el mismo documento, Banorte destaca que el mercado laboral se encuentra en una posición favorable y fuerte, por lo que espera que se mantenga así a lo largo del año, siendo un soporte clave para diversos sectores, principalmente el consumo.
Así mismo, hay varios motores que pueden impulsar un mayor dinamismo en el mercado laboral, como por ejemplo las señales relativamente favorables para la actividad económica en el corto plazo, la disminución en las presiones inflacionarias en varios sectores clave, además del impulso asociado a la inversión derivada del nearshoring.
Es valioso destacar que la informalidad laboral es un problema que afecta no solo a México, sino a muchos países de la región. A menudo, surge como una forma de subsistencia ante la falta de oportunidades formales de empleo, lo que hace que muchas personas se vean obligadas a trabajar en condiciones precarias y sin protección social.
Además, también puede tener efectos negativos en la productividad y la competitividad de las empresas, lo que a su vez afecta el crecimiento económico.
Para combatir la informalidad laboral, se necesitan políticas que promuevan la formalización del empleo, mismas que brinden oportunidades a las personas para acceder a trabajos formales y seguros, además de que es esencial mejorar la educación y la capacitación.
