La generación z quiere que se le pague todos los días, revela estudio
La generación z se ha vuelto de las más exigentes cuando se trata del trabajo, pero también de las más leales si se les da lo que desean. En esta ocasión, un estudio reveló que las personas más jóvenes en la oficina quieren que se les pague todos los días.
De acuerdo con el reporte más reciente de Center of Generational Kinectis (Centro de Cinética Generacional), al 60% de los jóvenes de la generación z les gustaría que su empleador les proporcione una opción de pago diario.
Esta modalidad pareciera ser una locura, pero de acuerdo con Yahoo Finanzas, en Estados Unidos es bastante frecuente tener un acuerdo así, en donde los empleados viven de cheque en cheque.
A menudo, a este beneficio se le llama “acceso al salario ganado”, el cual ayuda a los colaboradores a pagar prontamente préstamos, facturas y evitar sobrecargos en deudas. Un beneficio ideal para la generación z que, en su mayoría, tienen más problemas económicos relacionados con la pandemia.
De hecho, el mismo estudio señala que esta generación fue la que más recortes salariales tuvo y la que sufrió mayores despidos, razón por la que se sienten más que ansiosos por evitar pagos atrasados.
Jeanniey Walden, directora de innovación y marketing de la empresa de software de pago DailyPay, dijo al sitio web de Fortune que la pandemia aceleró el crecimiento de un “mundo a la demanda”, en donde es posible comprar toda clase de cosas presionando un solo botón.
“Para muchos de nosotros, esta es una evolución bienvenida, pero para la generación z, es solo la forma en que crecieron”, agrega Walden, “no es solo lo que saben, es lo que esperan”.
Sin embargo, el pago diario podría traer ciertas consecuencias, principalmente porque hace que la gente viva de cheque en cheque y no ahorre lo suficiente, lo que a su vez evita que tenga cuentas en el banco, o construya un historial crediticio para su futuro.
A pesar de ello, puede que esta demanda de la generación z sea vista como un capricho, por lo que es difícil que llegue a Latinoamérica. En especial porque implicaría reestructurar un sistema de nómina estándar que prácticamente todo el mundo utiliza.
