

Contrario a lo que se podría pensar, las ventas de computadoras de escritorio y personales han tenido muy bajas ventas, por lo que la compañía Intel planea despedir a miles de empleados con tal de reducir sus gastos.
Esto lo sabemos gracias a un reporte publicado por Bloomberg, el cual asegura que la compañía de venta de computadoras, con sede en Santa Clara, California, se suma a esta ola de despidos masivos que se ha visto en la industria tecnológica en los últimos meses.
De acuerdo con fuentes anónimas, Intel recortará hasta el 20% de su personal en algunas áreas, con el objetivo de reducir costos y mitigar la caída de ingresos provocada por el desplome en la demanda de procesadores de computadoras.
No obstante, dicha decisión no ha sido confirmada de manera oficial por la compañía, pero se estima que lanzará un comunicado al respecto el próximo 27 de octubre, fecha en la que también presentará sus resultados financieros del tercer trimestre.
Madeep Singh, analista de Bloomberg Intelligence, señaló que estos despidos podrían reducir el gasto operativo de Intel entre un 10% y 15%, pero la compañía tiene que recortar entre 20 mil y 30 mil millones de dólares.
No obstante, esta no es la primera vez que Intel hace algo así. De acuerdo con el sitio de Emprendedor, en 2016 se deshicieron de 12 mil puestos de trabajo aproximadamente, por lo que trabajaron únicamente con el 11% de su personal.
Desafortunadamente, no hay registro de cómo esto ha afectado la carga de trabajo de los colaboradores restantes, ni mucho menos la cantidad de indemnizaciones que tuvo que cubrir ante los despidos.
Por eso mismo, desde entonces sus recortes han sido mucho más discretos y hasta ha congelado las contrataciones, tal y como otras compañías en el sector lo han hecho.
Aunque la pandemia disparó el consumo de computadoras, tabletas y celulares para trabajar de manera remota, ahora los hábitos de las personas han cambiado debido al regreso a las oficinas y a los salones de clases.
Por lo que la venta de estos aparatos en Intel se desplomó un 19.5% en el último trimestre del año, su mayor caída en las últimas dos décadas.