El síndrome de Solomon que afecta a la generación z en el trabajo
En el trabajo, uno pensaría que todos los colaboradores buscan destacar, demostrar su valor tanto a su supervisor como a sus compañeros. Sin embargo, esto no siempre es así, es muy probable que muchos de ellos sufran del síndrome de Solomon.
La contingencia social trajo más consecuencias de las que imaginamos, al menos así lo señala la pedagoga especializada en entornos laborales, Joana Elizabeth Salinas. Ella explica al sitio de Emprendedor que el síndrome de Solomon ha cobrado fuerza entre la generación z debido al confinamiento y la introversión.
Según Salinas, las personas que sufren dicho síndrome suelen tener baja autoestima o problemas de confianza personal, lo cual les hace buscar continuamente la aprobación exterior para funcionar, mientras temen salirse del rebaño y ser rechazados.
Así mismo, las situaciones grupales y la elevada ansiedad social pueden hacer que la persona se sienta evaluada o juzgada. Cuando en realidad nada de esto está pasando.
En el trabajo, todos estos síntomas se pueden reflejar en la manera en que tus trabajadores interpretan la retroalimentación, sus éxitos, sus fracasos e incluso sus propias capacidades y limitaciones. Se comparan constantemente tanto en conducta como en su forma de vestir con el resto.
Además de que no tienen mucha voluntad de decisión, todo lo que hacen se basa en lo que opinen los demás, por lo que son bastante manipulables e influenciables.
De acuerdo con la especialista, aunque este síndrome afecta en gran parte a la generación z nacida entre el 2000 y el 2015, esto no significa que únicamente lo sufra esta población.
Toda persona puede ser víctima de él, por ello, señala que es necesario trabajar en fortalecer la autoestima mediante la autorreflexión de nuestras capacidades, aceptarse a sí mismo, ser responsable de nuestras propias acciones, valores y la autoafirmación de necesidades.
El síndrome de Solomon es un efecto derivado de la contingencia que no está siendo considerado entre niños, adolescentes y adultos jóvenes. Y de no trabajar en él, los colaboradores pueden presentar un bajo desempeño laboral, problemas para socializar y un conformismo patológico.
