El impacto de los temblores en la salud de nuestros colaboradores
En México, ya parece una especie de tradición que tiemble el 19 de septiembre. Sin embargo, sea una coincidencia o no, esta clase de eventos pueden tener gran impacto en la salud de nuestros colaboradores.
El pasado 19 de septiembre en México, justo una hora después del simulacro que se realiza cada año, ocurrió otro temblor de magnitud 7.7 con epicentro en Michoacán, el cual dejó toda clase de daños en edificios, negocios y, especialmente, en la salud física y mental de nuestros colaboradores.
De acuerdo con El Economista, Denise Caltum, directora de la firma P3program, explica que es normal que las personas sientan ansiedad, nerviosismo y hasta angustia ante esta clase de acontecimientos, pero como empresa, es nuestra responsabilidad aminorar sus efectos.
Ella recomienda que, como primer paso, es necesario sensibilizar a toda la compañía sobre la importancia de la salud mental de sus trabajadores y cómo atenderla. Por ello, tenemos que identificar al personal que haya quedado expuesto a este acontecimiento y detectar si tiene un trastorno de estrés postraumático.
“Además de sensibilizar sobre la salud mental, las empresas también pueden informar sobre cuáles son los síntomas que pueden desencadenarse después de un sismo y cuáles dejan de ser normales, para ofrecer ayuda y canalizar al personal afectado”, agrega la experta para El Economista.
Por otro lado, Jorge Mérida, socio creativo de la firma Advisory Network for Wellbeing, agrega que, para que un terremoto de esta clase sea menos estresante, es fundamental seguir las siguientes recomendaciones:
- Fortalecer las capacitaciones en protección civil.
- Fomentar un plan de contingencia familiar.
- Establecer espacios de descanso, limitar la jornada o habilitar el home office.
- Detectar reacciones más intensas de lo esperado.
- Establecer canales de comunicación para reportar síntomas anormales.
- Capacitar a los trabajadores sobre las reacciones naturales del cuerpo ante dichos eventos.
También es necesario considerar lo establecido por la NOM 035, pues un temblor entra en la categoría de “evento traumático” que puede generar estrés y toda clase de problemas psicosociales para nuestros colaboradores, además de que las instalaciones deben estar preparadas para salir adecuadamente.
