Digitalización, un recurso para fomentar la inclusión
La inclusión laboral es un tema que ha ocupado a empresas de todo el mundo, quienes se han sumado a los esfuerzos desde todos los sectores para cerrar las brechas y generar igualdad de oportunidades para la fuerza laboral, dejando de lado su género, origen, color de piel y otros factores considerados como discriminatorios.
Con la llegada de la pandemia de Covid-19, se esperaba que las acciones que se impulsaron para fomentar la inclusión quedaran en pausa por tener que adaptarse más a un entorno digital para poder mantener sus operaciones. Las proyecciones indicaban que muchas empresas tendrían que elegir entre destinar recursos para la inclusión o para la digitalización.
¿Son factores excluyentes?
Según una investigación realizada por ServiceNow, en el que participaron más de 900 líderes de negocio de 13 países, se encontró que el 58% de las empresas que han adoptado los recursos tecnológicos en sus operaciones, también han visto mejoras en temas de diversidad e inclusión.
Esto se ha visto reflejado también en la creatividad, productividad y agilidad de los colaboradores, por lo que los expertos señalan que el aumento en las cifras de inclusión y diversidad puede representar también beneficios económicos para las empresas.
Por otra parte, un análisis de Capgemini Research Institute encontró que el 70% de las compañías reportaron incrementos en su productividad operativa. Pero también, en el caso de las empresas mexicanas se detectaron áreas de oportunidad en temas de diversidad e inclusión.
Herramientas para impulsar la diversidad
Para aumentar las acciones de diversidad e inclusión, se han identificado tres tipos de herramientas digitales que ayudan a lograrlo:
- Las que dan a los negocios acceso a una oferta más amplia y diversa de candidatos laborales.
- Las que habilitan a las compañías para ejecutar de forma óptima sus iniciativas de diversidad e inclusión.
- Las que les permiten divulgar más fácilmente lo que están haciendo por formar una fuerza laboral equitativa e incluyente.
Todo esto ayuda a mejorar la percepción de la empresa, tanto al interior como al exterior, ya que el impulso a la inclusión crea una imagen de organización que pone a las personas al centro de sus acciones, por lo que genera más confianza entre el talento actual y futuro.
