¿Contestas todos los correos que llegan a la empresa? Tal vez deberías
Como personal de recursos humanos, es normal que lleguen muchísimos correos a tu bandeja de entrada, sobre todo cuando recientemente se publicó una vacante.
Por esta misma razón, contestar a todos ellos puede ser una tarea muy agotadora, más aún cuando el solicitante muchas veces no cumple con los requerimientos mínimos de tu vacante.
Sin embargo Antonio Rodríguez Martínez, CEO de Efficient Happiness, compartió recientemente una experiencia que tuvo al recibir el correo eléctronico de una persona.
En él, la persona le escribió: “muchas gracias por responderme, de verdad. Aunque me hayas dicho que no hay posibilidades de colaborar en estos momentos significa mucho para mí que hayas contestado”
Este mensaje conmovió a Rodríguez, por lo que levantó la voz en su red de Linkedin para compartir lo importante que puede llegar a ser responder un simple correo.
“Cuando alguien se dirige a ti, está invirtiendo un tiempo en investigarte, leerte y escribirte un mensaje. Es decir, te dedica en exclusiva una parte de la vida que jamás podrá recuperar. ¿Qué mínimo que contestar, no crees? Responder a cualquier mensaje que recibas es, simplemente, educación”, posteó en su muro.
Ante esto, Antonio no fue el único que se conmovió con el llamativo correo. Otros usuarios de Linkedin utilizaron su historia para reflexionar como Núria García Ruiz, una consultora estratégica de PyMes. Ella comentó:
“El silencio nunca debería ser la respuesta, pero lo cierto es que muchos lo han convertido en su mejor respuesta. […] Ni te imaginas la cantidad de ‘no respuestas que he tenido en mi vida’, y no solo por escrito. Al final, acabas asumiéndolo, (que remedio)”.
Sin embargo, no todos estuvieron tan de acuerdo en esta cordialidad. Otros usuarios de la plataforma comentaron que con tantas redes por las que se comunica actualmente, es imposible contestar a todo, y quien lo hace seguramente tiene mucho tiempo libre.
Es difícil complacer a todo el mundo, pero es importante darse cuenta que tanto del lado de RH como de los solicitantes hay seres humanos con preocupaciones, tiempo y necesidades. Por lo que mostrar un poco de empatía en los correos electrónicos no haría ningún mal a nadie.
