Aunque las empresas son consideradas las responsables de fomentarla, igual los empleados deben tomar acción para generar entornos sanos.
Una necesidad y atractivo de las empresas es la seguridad psicológica, al permitir que los colaboradores se expresen con libertad e incluso no tengan miedo de cometer errores, ya que saben que no serán juzgados o condenados. Esto destaca la importancia de fomentar esta cualidad, que no sólo es benéfica para los empleados, sino también para las organizaciones.
La seguridad psicológica tiene un papel fundamental porque es esencial para que los trabajadores se sientan “seguros y capaces para orientar el desempeño al logro de los desafíos organizacionales”, indica Vida Cámara.
Entre sus múltiples funciones, sobresalen dos:
Por lo tanto, el término de seguridad psicológica no es exclusivo del mundo laboral, de modo que incluirla en la cultura de trabajo es vital para generar un impacto social.
El primer paso para que esto ocurra es establecer políticas objetivas y humanas, que se tienen que plasmar en las acciones, que es donde comienza el reto de fomentar la seguridad psicológica. Tres medidas necesarias para lograrlo son las siguientes:
El primer paso para que esto ocurra es establecer políticas objetivas y humanas, que se tienen que plasmar en las acciones, que es donde comienza el reto de fomentar la seguridad psicológica. Tres medidas necesarias para lograrlo son las siguientes:
Aunque la seguridad psicológica es adjudicada a las empresas, también es responsabilidad de los empleados para tener entornos seguros y consolidar las buenas relaciones interpersonales. Esto, por ende, permitirá que las personas estén integradas, se sientan parte de algo y trabajen en equipo para lograr propósitos en común.