Integrarse al mundo laboral puede ser complejo, así que la clave es no quedarse callado, pedir ayuda y decir “no lo sé”, teniendo la apertura de aprender.
El primer empleo. Por lo general, las personas están motivadas, ilusionadas y deseosas de aprender, pero también de “comerse el mundo”. Lo cierto es que este proceso puede venir con diversos desafíos, así que la clave es aprender a enfrentarlos y no desanimarse en el camino.
Cada compañía y entorno de trabajo es diferente, así que la introducción a una organización puede variar entre una y otra persona. Sin embargo, hay situaciones por las que casi todos los nuevos empleados pasan como sentir que no se está preparado, inseguridad para dar el punto de vista o hacer sugerencias y preocupación por lo que pueda ocurrir.
Estos temores son normales porque se trata de una nueva etapa y una nueva experiencia, ya que, cabe recordar, las personas suelen tenerle miedo a lo desconocido. Entonces, aquí empieza lo complejo: cómo enfrentar los desafíos.
De acuerdo con la Guía Universitaria, lo principal es tener en claro que será necesario forjar las siguientes habilidades básicas, ya que son necesarias en cualquier trabajo:
Para que esto suceda, es importante…
Como todo comienzo, será complejo, pero eso no quiere decir que hay que recorrer el camino en solitario y lleno de temores e inseguridades. Así que, como último consejo, es necesario hablar.