Amabilidad, clave para un equipo productivo

Amabilidad, clave para un equipo productivo

La libertad de expresión y la empatía son pilares para tener empresas con seguridad psicológica, lo cual mejora las relaciones entre los colaboradores.

¿Cómo tener un equipo productivo? Esa es una de las preguntas que mueve a la mayoría de las empresas a generar estrategias para cumplir los objetivos. Sin embargo, el entorno laboral es una pieza clave para que eso suceda, sobre todo porque las personas invierten gran parte de su tiempo (y vida) en él. Aunque hay diversas cualidades que son necesarias, una de las más importantes a fomentar es la amabilidad.

Los equipos de trabajo sólidos se caracterizan por tener seguridad psicológica, lo cual se logra mediante una simple ecuación: libertad de expresión y empatía. Y este fenómeno es precisamente definido como “la creencia de que uno no será juzgado o humillado por expresar sus ideas, preguntas, preocupaciones o errores”, explica Amy Edmondson.

La especialista indica que la amabilidad es el pilar de todo, pero también es necesario trabajar en tres temas:

          • Tener (establecer) objetivos
          • Tener una buena comunicación
          • Tener una cultura empresarial adecuada

A su vez, la conjunción de estos cuatro factores sólo será exitosa si se cuenta con el liderazgo adecuado, ya que un mal líder o falso líder puede malinterpretar el verdadero significado de la amabilidad. Un claro ejemplo es cuando colaboradores más amables se les deja mayor carga de actividades, rompiendo con el orden, la equidad y el respeto del tiempo y el mismo trabajo.

Normas

Aunque a veces las empresas y los mismos líderes tienen en claro qué se debe hacer para tener entornos seguros, al momento de actuar hay fallas significativas. Por ello, es importante establecer normas, que no deben ser interpretadas como imposiciones, sino como una combinación de tradiciones, conductas y comportamientos escritos y no escritos que se apegan a la cultura de trabajo.

Esto regula los espacios de trabajo, ya sean presenciales, remotos e híbridos porque se centra en el capital humano y, desde luego, las necesidades humanas. Y para aplicar las normas es necesario que haya congruencia, es decir, se debe predicar con el ejemplo.

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